Por. Javier Genao
Dajabón, R.D
Las fuertes lluvias caídas en los últimos días han intensificado la preocupación de comerciantes y ciudadanos, tanto dominicanos como haitianos, por el creciente deterioro del puente fronterizo que conecta a la comunidad de Dajabón con la ciudad haitiana de Juana Méndez.
La reciente crecida del río Masacre dejó al descubierto grietas visibles en la estructura del puente, cuyas columnas, juntas y muros de contención de gaviones muestran un avanzado estado de desgaste. Esta situación, agravada por el paso del tiempo y las constantes crecidas del afluente, pone en peligro una vía fundamental para el comercio y la movilidad entre ambos países.
Esto no es nuevo. Llevamos años denunciando el estado del puente, pero nadie hace nada”, expresó Junnier Pierre, un ciudadano haitiano que acostumbra a recoger leña arrastrada por el río. Según él, las autoridades han hecho caso omiso a los llamados de atención de la comunidad.
En el extremo dominicano del puente aún permanece un cartel que reza: “Este puente está siendo intervenido por el gobierno”
Sin embargo, vecinos de la zona aseguran que dicho letrero fue colocado hace más de tres años, y desde entonces no se ha realizado ningún tipo de intervención estructural.
El temor de un posible colapso crece entre los comerciantes que dependen diariamente del paso fronterizo, así como entre los ciudadanos que lo transitan a pie o en vehículos. La comunidad exige respuestas urgentes a las autoridades competentes, temiendo que la inacción pueda derivar en una tragedia anunciada.
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